El peeling químico es un tratamiento de medicina estética diseñado para mejorar la textura y apariencia de la piel mediante la exfoliación controlada de sus capas superficiales. Gracias a su acción regeneradora, elimina impurezas, atenúa manchas y arrugas, y estimula la producción de colágeno, dejando la piel más luminosa, uniforme y rejuvenecida.
¿Cómo funciona?
El procedimiento comienza con una limpieza profunda de la piel, seguida de la aplicación de una solución ácida específica que promueve la exfoliación y regeneración celular. Dependiendo de las necesidades de cada paciente, el peeling puede ser superficial, medio o profundo, permitiendo tratar desde imperfecciones leves hasta signos más marcados de envejecimiento o daño solar.
Beneficios del peeling químico
- Renueva la piel, mejorando su textura y luminosidad.
- Reduce manchas, marcas de acné y cicatrices.
- Atenúa arrugas y líneas de expresión.
- Regula la producción de grasa y minimiza poros abiertos.
¿Para quién está indicado?
El peeling químico es adecuado para todo tipo de pieles y edades. Es una excelente opción para quienes buscan mejorar la calidad de su piel, tratar manchas, acné, cicatrices o los primeros signos de envejecimiento.
Cuidados después del tratamiento
Tras el peeling, la piel estará más sensible, por lo que es fundamental seguir una rutina de hidratación y protección solar. Se recomienda evitar la exposición directa al sol y el uso de productos agresivos durante los días posteriores.
